El trabajo colaborativo en una aula virtual

El aprendizaje en ambientes colaborativos, busca propiciar espacios en los cuales se desarrollen habilidades individuales y grupales a partir de la discusión entre los estudiantes al momento de explorar nuevos conceptos, siendo cada quien responsable de su propio aprendizaje. Diferentes teorías del aprendizaje encuentran aplicación en los ambientes colaborativos apoyados en enfoques como los de Piaget y de Vygotsky basados en la interacción social.

Es entonces claro definir los trabajos colaborativos virtuales como una estrategia de aprendizaje basada en la construcción del mismo a través de grupos de trabajo que se encargan de compartir sus experiencias, presaberes y conocimientos para generar el desarrollo de una actividad particular cuya finalidad es alcanzar un objetivo que permita a los estudiantes desarrollar las competencias necesarias en su profesión. En la UNAD estos grupos generalmente están conformados por cinco personas y el tutor que da las orientaciones a través de la guía de actividades y la rúbrica.

Esta forma de aprendizaje ha generado un importante impacto en la educación virtual porque pone en juego la autonomía intelectual de cada estudiante, obliga a reevaluar y reelaborar los planteamientos personales, confrontan conocimientos y saberes diferentes, disminuye los temores frente a la falta de acompañamiento presencial por parte del instructor y compañeros de curso, genera compromiso porque desarrollan la responsabilidad en el estudiante de definir su imagen frente a los demás, y estimulan el respeto a la diferencia en una sociedad como la actual en la cual la educación debe trascender al desarrollo de la formación en valores.

Haciendo énfasis en esta última es importante recalcar que cuando un estudiante se enfrente a situaciones como que sea el único participante que genere acciones e interés sobre las actividades programadas, le permita asumir actitudes de liderazgo como moderar e invitar a los estudiantes a través de sus correos internos, personales o comunicación telefónica a interactuar, tal vez de esta forma ellos se sientan motivados y comprometidos con el proceso de enseñanza-aprendizaje. Igualmente este estudiante genera satisfacción por haber obtenido no solo su conocimiento sino ser ejemplo de responsabilidad y compañerismo.

Pero en casos extremos donde no se logre atraer o interesar a los compañeros del trabajo colaborativo, será su responsabilidad responder por la actividad planteada como un reto personal, pero como mayor inspiración debe ser el beneplácito de acrecentar su formación para su futuro profesional, porque ningún conocimiento es superfluo, ni ninguna meta es imposible de alcanzar. Tal vez sea la primera oportunidad para emprender proyectos de gran envergadura. Las TICS están cambiando la esencia de las relaciones entre los sujetos en el campo educativo; especialmente están aportando una cultura del aprendizaje reforzada en este tipo de actividad.

Por último es importante recomendar a todos los estudiantes participar en este tipo de actividades, primero por su carácter virtual que permite favorecer la facilidad de adquisición del conocimiento en cualquier lugar y con la disposición de tiempo con que cuenta la persona, en segunda instancia porque estas actividades favorecen la interacción y finalmente porque permite generar posibilidades de ejercicio profesional a través de los compañeros de curso o conocer algunas prácticas que estos desarrollan en sus empresas.